La Revolución
Branding | Identidad corporativa
Cliente:Capital Strategies Patners
Servicios:Id corp. / Diseño corporativo / Website
Descripción
Capital Strategies Partners, es una agencia de valores independiente regulada por la CNMV especializada en la búsqueda de gestores con talento para la distribución local.
Después de más de una década de exitosa trayectoria profesional, la dirección se plantea si la excelencia dada en el servicio de su actividad tenía su reflejo en la identidad visual con la que se presentaban al mundo. Una empresa con una identidad visual excelente denota excelencia en la práctica de su actividad.
Después de estudiar su marca actual, sus debilidades y fortalezas dentro del sector, analizar su competencia e insights, llegamos a la conclusión de que el cambio de marca debía ser más una revolución que una evolución. Se hacía necesario ser disruptivo con un nuevo punto de vista sobre la marca radicalmente opuesto al actual.
Un estilo de comunicación visual y verbal solido, simple y funcional, que responda a un modelo de negocio que, si bien ha mantenido su esencia en el fondo, ha cambiado en la formas y maneras de presentarse a sus audiencias.
En este contexto se planteó un cambio de la identidad visual que atendiese a unos valores y un posicionamiento revisados y restilizados.
La nueva identidad visual se compone por un logotexto y un símbolo (Imagotipo).
Una tipografía sin serifa, sólida y equilibrada bajo una composición de pirámide y con un gesto que identifica la estructura gráfica con un simple golpe de vista, un corte horizontal que muerde la tipográfica en su mitad inferior. Esta estructura se acompaña de un imagotipo, un atajo de marca, una C mayúscula condensada que funciona como representación mínima de la marca y nos permite ampliar el universo visual de la marca.
La paleta cromática se mueve en entre un verde agua principal y varios tonos pastel complementarios para remarcar el carácter cercano, transparente y honesto de su esencia de marca.
En definitiva, una nueva forma de comunicarse con sus audiencias que atendiese a un modelo de negocio diferente en sus formas a casi la totalidad de su competencia, una competencia anclada en dinámicas no demasiado actuales, donde la opulencia y el barroquismo formal marcan la pauta.
Después de más de una década de exitosa trayectoria profesional, la dirección se plantea si la excelencia dada en el servicio de su actividad tenía su reflejo en la identidad visual con la que se presentaban al mundo. Una empresa con una identidad visual excelente denota excelencia en la práctica de su actividad.
Después de estudiar su marca actual, sus debilidades y fortalezas dentro del sector, analizar su competencia e insights, llegamos a la conclusión de que el cambio de marca debía ser más una revolución que una evolución. Se hacía necesario ser disruptivo con un nuevo punto de vista sobre la marca radicalmente opuesto al actual.
Un estilo de comunicación visual y verbal solido, simple y funcional, que responda a un modelo de negocio que, si bien ha mantenido su esencia en el fondo, ha cambiado en la formas y maneras de presentarse a sus audiencias.
En este contexto se planteó un cambio de la identidad visual que atendiese a unos valores y un posicionamiento revisados y restilizados.
La nueva identidad visual se compone por un logotexto y un símbolo (Imagotipo).
Una tipografía sin serifa, sólida y equilibrada bajo una composición de pirámide y con un gesto que identifica la estructura gráfica con un simple golpe de vista, un corte horizontal que muerde la tipográfica en su mitad inferior. Esta estructura se acompaña de un imagotipo, un atajo de marca, una C mayúscula condensada que funciona como representación mínima de la marca y nos permite ampliar el universo visual de la marca.
La paleta cromática se mueve en entre un verde agua principal y varios tonos pastel complementarios para remarcar el carácter cercano, transparente y honesto de su esencia de marca.
En definitiva, una nueva forma de comunicarse con sus audiencias que atendiese a un modelo de negocio diferente en sus formas a casi la totalidad de su competencia, una competencia anclada en dinámicas no demasiado actuales, donde la opulencia y el barroquismo formal marcan la pauta.